La convivencia en Esplugues se ve amenazada por dos problemas que, lejos de ser puntuales, se han convertido en una constante para muchos vecinos: la proliferación de ratas en diversos puntos de la ciudad y el aumento de robos.
Ya no es solo una denuncia del Partido Popular, sino que los medios de comunicación llevan meses denunciando esta situación, que exige una respuesta firme y eficaz por parte del gobierno municipal.
La presencia de roedores en zonas residenciales y comerciales no es solo una cuestión de imagen urbana, sino un riesgo para la salud pública. La falta de actuaciones sistemáticas de desratización, el abandono de espacios verdes y la insufici-ente limpieza viaria contribuyen a agravar el problema. La salubridad debe ser una prioridad, no una variable en la gestión municipal.
Por otro lado, los robos reiterados en aparcamientos y zonas céntricas generan una sensación de inseguridad que afecta tanto a vecinos como a comerciantes. La seguridad ciudadana no puede depender de la percepción: debe garantizarse con medios materiales, presencia policial y tecnología preventiva. La instalación de cámaras de videovigilancia, el refuerzo de patrullas en horarios críticos y la coordinación con Mossos d’Esquadra son medidas urgentes y necesarias.
Desde el Partido Popular se defiende una gestión municipal basada en la responsabilidad, la eficacia y el respeto a los derechos de los ciudadanos. La seguridad y la salubridad no son eslóganes, son compromisos institucionales. Esplugues merece una administración que actúe con previsión, que escuche a sus vecinos y que priorice el bienestar.
La ciudad no puede avanzar si se normaliza la dejadez. Es hora de recuperar la confianza en las instituciones con hechos, no con promesas.
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